Lecciones de vida de los animales en la naturaleza

Los animales nos enseñan la importancia de ser conscientes de lo que elegimos comer, sin recurrir a dietas recomendadas por otros, sino siguiendo nuestro propio instinto. Precisamente, es el instinto, quien nos permite valorar nuestra salud física, considerando que los animales son expertos en usar este recurso biológico para mantener sus cuerpos ágiles y fuertes.

Observar a un felino regular su energía vital para acechar y cazar, nos alienta a equilibrar nuestras acciones con momentos de pausa. Igualmente, podemos observar cómo los animales manifiestan su sensibilidad ante cualquier experiencia en su cuerpo o en su interacción con el entorno; recordándonos que, a nivel humano, a menudo ocultamos las sensaciones corporales debido a condicionamientos sociales o familiares; evitando así que expresiones como la risa, el llanto o la rabia cumplan la función de depurar nuestros procesos metabólicos.

Los animales también exhiben la exploración del entorno y la adaptación a los ritmos naturales. Conscientes de sus habilidades físicas, saben migrar cuando es necesario o prepararse para cambios ambientales. Los humanos podríamos aprender de esto, despertando nuestros sentidos en la naturaleza y siendo conscientes del entorno. Por ejemplo, al viajar, muchos buscamos descanso y escapar de la rutina, pero a menudo desaprovechamos las oportunidades que nuevos entornos nos ofrecen porque no vivimos plenamente las sensaciones del cuerpo, que podrían sernos útiles en nuestra cotidianidad.

Los animales revelan una amplia gama emocional que puede pasar desapercibida para nosotros. Son expertos en relajarse y dormir lo necesario para procesar sus emociones de manera óptima. Además, buscan constantemente actividades que los motiven a mejorar sus habilidades e incluso sanarse a través de abrazos, gesticulaciones y el contacto con la energía de otros seres, como las plantas.

Dentro de estas actividades, podemos observar cómo jugar es importante para los animales no solo como diversión, sino también para conectarse emocionalmente con su entorno, sin importar su edad o condición. La vida es verdaderamente un juego para ellos, a diferencia de los humanos, que creemos que solo es parte de la niñez.

Los elefantes, reconocidos por su fuerte conexión social, nos recuerdan la importancia de las relaciones y la empatía, al igual que los pingüinos, quienes establecen vínculos duraderos y se esfuerzan por el cuidado de su pareja, crías y grupo social. Ambos son ejemplos de una visión colectiva que busca el bienestar común.

Por último, los animales nos enseñan a transformarnos emocionalmente según cada etapa de vida, sin depender del pasado o del futuro. Simplemente, aceptan sus posibilidades y limitaciones, acogiendo los cambios de la mejor manera posible para experimentar plenitud emocional. Al adentrarnos en la Matriz Animal, aprendemos a nutrir nuestras relaciones emocionales y a comprender la complejidad de nuestras emocion

La inteligencia de los animales en la construcción de nidos y madrigueras, la planificación de migraciones y la adaptación a nuevos aprendizajes, son enseñanzas en el arte de resolver problemas y tener agilidad mental. A veces, logran modificar hábitos establecidos desde hace mucho tiempo debido a cambios en el entorno o a invasiones en su hábitat natural causadas por los humanos.

Podemos observar cómo construyen nidos o represas con un arte que escapa a nuestra comprensión, ya que parecen tener una matriz de inteligencia que les permite actuar con discernimiento superior al sentido común humano.

Las abejas nos muestran su inteligencia a través de su intrincada danza de comunicación, destacando la importancia de la colaboración y la transmisión de conocimiento para acceder a los recursos alimentarios encontrados. Por otro lado, los pulpos nos inspiran a desarrollar habilidades adicionales utilizando su ingenio en el camuflaje y escapismo para obtener alimento.

Los animales destacan por su autenticidad y fidelidad a su naturaleza esencial, iluminando su entorno con sus mejores cualidades. No necesitan fingir ni pretender ser otra especie, pues saben que eso va en contra de su supervivencia. Este hecho debería recordarnos a los humanos la importancia de revisar si nuestras preferencias provienen de nuestra propia autenticidad o si simplemente tratamos de imitar a otros que consideramos superiores o más exitosos que nosotros.

La conexión innata de los animales con la naturaleza y su habilidad para vivir en armonía con el ciclo de la vida nos motiva a explorar nuestra propia espiritualidad y encontrar significado en nuestra existencia. Desde el principio de la vida, se relacionan con el mundo a través de sus vocalizaciones y expresiones corporales, que reflejan el reconocimiento de una energía que fluye a través de ellos y les permite explorar este mundo con total atención. Esto puede inspirar a los humanos a utilizar mejor las palabras y expresiones diarias, ya que son una representación de esa energía que nos conecta a todos.

Los animales son conscientes de la existencia de la muerte y algunos se preparan para ese momento. El búfalo se retira de su manada para morir en un lugar lejano, permitiendo que el grupo siga adelante. Los elefantes realizan rituales de despedida con sus trompas para decir adiós a sus compañeros fallecidos. La forma en que los animales enfrentan la muerte puede inspirarnos a venerarla de manera respetuosa, reconociendo la importancia de la vida de cada ser vivo en estos ciclos.

Los animales también pueden mostrarnos su capacidad de amar la vida plenamente. Cumplen con sus roles en compañía o en soledad, fortaleciendo su existencia en este mundo y aliándose con la energía que nutre la naturaleza y mantiene la conexión entre todas las especies. Este proceso puede inspirarnos como humanos a amarnos más a nosotros mismos y valorar todo lo que nos rodea.

Los animales experimentan su conciencia plena en el momento presente. Sus sentidos están alerta para percibir eventos futuros y recordar zonas que les brindaron bienestar. Se mueven en el tiempo por practicidad, sin nostalgia ni miedo/esperanza, como los humanos al pensar en estas sombras ilusorias.

Por último, los animales muestran dentro de la Matriz Animal que son un reflejo para los humanos. Ellos llevan en sí mismos el “Espíritu de la Verdad”, que es capaz de mostrarnos con su crudeza y benevolencia los diferentes matices de la vida para que siempre tengamos la capacidad de elegir… Y recordar, que aquello que elijamos, será lo que proyectemos al mundo para su construcción o destrucción.